San Juan Crisóstomo nos enseña que las bodas deben celebrarse sólo el domingo
Los jóvenes de nuestros días ignoran que las bodas no deberían celebrarse el sábado, conociendo el significado de cada día.
Los jóvenes de nuestros días ignoran que las bodas no deberían celebrarse el sábado, conociendo el significado de cada día.
El lunes está dedicado a los ángeles; el martes, a los profetas; el miércoles ayunamos porque fue el día en que Judas vendió a Cristo; el jueves está dedicado a los apóstoles; el viernes es el día de la Cruz; el sábado está dedicado a la memoria de nuestros difuntos y el domingo es el Día de la Resurrección. ¿Cómo puedes, entonces, celebrar tu boda el día de los difuntos, y esperar que todo te salga bien en tu vida conyugal? Pero, ¿por qué desean con tanto ahínco casarse el sábado? ¿Para que los invitados no puedan asistir a la Liturgia del día siguiente, cayendo sobre ustedes, novio y novia, esta falta? Tristemente, en la actualidad han separado la ceremonia nupcial, de la Liturgia, porque antes se celebraban juntas: los novios comulgaban, habiéndose preparado para esto con varios días de anticipación. San Juan Crisóstomo nos enseña que así es como debería procederse.
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soț ideal, soție ideală,Editura Anastasis, 2001, pp. 151-152)