San Nicolás, protector de los monjes
Parece que, con ese gesto, el piadoso padre quería demostrar que estaba confiando el monasterio a la protección y auxilio espiritual de aquel santo de Dios, “cuyo nombre es uno de victoria”.
Presintiendo la llegada de tiempos difíciles para las regiones occidentales del estado moscovita, el piadoso Cornelio, higúmeno del Monasterio de las Cuevas de Peskov, ordenó, en 1565, que el monasterio fuera rodeado por un alto muro de piedra, y en la entrada, junto a sus santas puertas, se construyera una iglesia en honor al Santo Jerarca Nicolás. Parece que, con ese gesto, el piadoso padre quería demostrar que estaba confiando el monasterio a la protección y auxilio espiritual de aquel santo de Dios, “cuyo nombre es uno de victoria”.
Lo que habría de suceder poco tiempo después vino a demostrar, de forma real y concreta, que el piadoso Cornelio no se había engañado en sus previsiones y en la fe puesta en el Milagroso Nicolás. Efectivamente, en el año 1581, las tropas de Esteban Báthory sitiaron el monasterio, buscando su capitulación. Incapaces de atravesar la muralla que rodeaba al cenobio, y después de un asedio largo e infructuoso, los invasores batieron en retirada.
Aquel templo dedicado a San Nicolás, edificado por el piadoso Cornelio, sigue en pie hasta el día de hoy, en el mismo lugar, junto a las puertas del monasterio; imponente, no sólo por su antigüedad, sino también por los milagros que han ocurrido en aquel lugar.
(Traducido de: Noi minuni ale Sfântului Nicolae, traducere din limba rusă de Lucia Ciornea, Editura Sofia, Bucureşti, 2004, p. 11)