Palabras de espiritualidad

“¡Señor mío y Dios mío!”

    • Foto. Silviu Cluci

      Foto. Silviu Cluci

Translation and adaptation:

Cuando el hombre conoce y siente la fuerza salvadora que viene de Cristo, se le aferra con fuerza y no quiere desprenderse de su Redentor.

Cuando el hombre, amante de la vida por naturaleza, siente la cercanía de la muerte, sabiendo que no se puede salvar por sí mismo, siente el impulso de buscar al Señor. Cuando conoce y siente la fuerza salvadora que viene de Él, se le aferra con fuerza y no quiere desprenderse de su Redentor, aunque en esto le vaya la vida.

Este tipo de sucesos no solo son fáciles de imaginar con la mente, sino que también se llegan a experimentar —de hecho— en la vida del cristiano. Después de esto, tanto su fe como su unión con Cristo se vuelven cada vez más fuertes que la vida o la muerte. El hombre que alcanza este estado, es capaz de clamar con toda la sinceridad de su alma: “¡Señor mío y Dios mío!”.

(Traducido de: Sfântul Teofan ZăvorâtulTâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 35)

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