Palabras de espiritualidad

¡Señor, sana mi mente!

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Translation and adaptation:

¡Ven a mí, Señor, yaciendo estoy en la tierra; levántame de mis viles pensamientos y actitudes, de los despreciables movimientos de mi corazón!”

Les voy a enseñar una forma práctica para lograr que nuestra mente piense sólo en lo que es agradable a Dios. Cuando nos surja un pensamiento cualquiera, que no se corresponda con la ley evangélica, repitamos,

“¡Señor, sana mi mente!”.

Cuando en nuestro corazón aparezca la ira o algo semejante, digamos,

“¡Señor, sana mi corazón!”.

Cuando sintamos que todo esto toma la forma de una guerra, podemos clamar interiormente,

“Señor, sáname por completo... ¡Ven a mí, Señor, yaciendo estoy en la tierra; levántame de mis viles pensamientos y actitudes, de los despreciables movimientos de mi corazón!”.

Así transcurre nuestra lucha.

 

(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Cuvântări duhovniceşti, vol I, Editura Accent print, p. 128)

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