Palabras de espiritualidad

“¡Señor, ten piedad!”, “¡Señor, ten piedad!”, “¡Señor, ten piedad!”

    • Foto: Silviu Cluci

      Foto: Silviu Cluci

Es el clamor de aquel que se arrepiente y se reafirma en la decisión inmutable de corregirse y empezar una vida nueva, como es debido para todo cristiano.

¿Cómo se debe interpretar aquella expresión que tan a menudo escuchamos en la iglesia, “Señor, ten piedad”?

Es el clamor del culpable y castigado por los tormentos, que implora la misericordia del airado Juez, a Quien ha enfadado. Mereceríamos una maldición eterna y ser enviados al fuego perpetuo, por nuestros incontables pecados. Pero solamente la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, Quien media por nosotros ante el Padre Celestial, nos salva de aquel castigo eterno.

Es el clamor de aquel que se arrepiente y se reafirma en la decisión inmutable de corregirse y empezar una vida nueva, como es debido para todo cristiano.

Es el clamor del pecador que se arrepeiente, listo para apiadarse también él de otros, tal como fuera perdonado infinitamente por Dios, Juez de todos sus actos.

(Traducido de: Sfântul Ioan de Kronstadt, Viața mea în Hristos, Editura Sophia, 2005, p. 366)