Sepamos honrar los objetos santos y santificados
Recordemos: hay que hacer todo con el debido respeto y devoción.
Sepamos honrar los objetos santos y santificados. Veo aquí, por ejemplo, una estola que fue modificada por las manos de un inexperto, y que tendrá que ser santificada nuevamente. Los restos de tela que hayan quedado pueden ser utilizados como marcadores de lectura para el Evangeliio o el Salterio, eso sí, estando atentos a que más adelante no se les dé un uso distinto y mundano: en todo caso, lo mejor sería echarlos al fuego.
Asimismo, no es bueno tomar nuestra cuerda de oración con las manos sucias. Es mejor tener otra distinta para dormir. Si dormimos vestidos con la misma ropa, podemos dejarnos nuestra cuerda de oración, evitando tocarnos en cuerpo con ella. Las listas litúrgicas y el antidoron sobrante deben guardarse meticulosamente y quemarse. Recordemos: hay que hacer todo con el debido respeto y devoción.
(Traducido de: Sfântul Nicon de la Optina, Filocalia de la Optina, Editura Egumeniţa, 2009, p. 26)