Todos los consejos del piadoso José están llenos del espíritu de las enseñanzas de los Santos Padres y stárets. En ellos se observa su amoroso esfuerzo para explicarnos por qué debemos ser pacientes en toda circunstancia y en todo lugar, hasta el final.

Si comienzas algo, no desistas y hazle frente a todo. No lo dejes sin terminar, y repréndete siempre, si quieres salvarte.

Las aflicciones son nuestro camino: tenemos que andarlo hasta llegar a la patria eterna que nos espera. Sería triste descuidar aquello que representa la eternidad y no ser capaces de sufrir la más mínima ofensa.

Nosotros mismos agrandamos nuestras penas, cuando comenzamos a quejarnos por ellas. Quien ha vencido los vicios y ha alcanzado la razón espiritual, ése, aún sin cultura exterior, tiene un acceso enorme al corazón de cada uno. La norma impuesta es siempre dura, pero más difícil es ejecutarla con humildad.

(Traducido de: Patericul de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2012, p. 347)