Si Cristo es el Amor mismo, ¿me reconozco capaz de amar?
Nosotros tenemos el enorme privilegio de ser cristianos. Nosotros seguimos a Cristo. ¡Estemos atentos, porque el amor es el criterio con el que seremos juzgados!
El mandamiento del amor es el más grande de todos, por eso es que el Señor insistía mucho en él.
Entonces, es justo que todos nos preguntemos: “¿Amo o no amo?”. ¡Porque es un mandamiento, hijo! Que nadie piense que el Señor habló solamente para las personas de esos tiempos, para los Apóstoles. No, Él habló para todos los tiempos. Y nosotros tenemos el enorme privilegio de ser cristianos. Nosotros seguimos a Cristo. ¡Estemos atentos, porque el amor es el criterio con el que seremos juzgados!
El Evangelio que se lee en el Domingo del Estremecedor Juicio es el siguiente:
“Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis, estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme” (Mateo 25, 35-36).
No habla de otras cosas. Habla solamente del amor.
(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Despre armonia căsniciei, Editura Elena, Constanța, 2013, p. 20)