Sigamos a Cristo, confiando en Su amor
Debes renunciar a todo completamente, para no seguir atado a nada de este mundo. Luego, abraza tus sufrimientos y tu cruz. Armado así, estarás listo para seguir al Señor.
A algunos de los que querían seguirle, el Señor les dijo, “El Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza”. A otro, que quería enterrar antes a su padre, le dijo, “Déjalo, que otros lo enterrarán. Tú, sígueme”. Esto significa que el que quiera seguir al Señor no debe esperar ningún consuelo en este mundo, sino solamente carencias, problemas y necesidades, sabiendo que las exigencias de esta vida, incluso esas que son legítimas, no tienen lugar cuando se trata de seguirlo a Él. Debes renunciar a todo completamente, para no seguir atado a nada de este mundo. Luego, abraza tus sufrimientos y tu cruz. Armado así, estarás listo para seguir al Señor.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, traducere din limba rusă de Adrian şi Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 59)