¡Sintamos la necesidad de amar en verdad!
Si hay alguien cerca de ti, es porque así lo dispuso Dios, para que lo ayudes o para que te ayude.
Es evidente que hay mucha gente que no ya asiste a la iglesia. Pero esto no debe representar un problema en sí mismo ni provocar un gran revuelo, con lo cual estaríamos causando más confusión. Debido a los errores de la mayoría, cada uno llega a su propia conclusión: “¿Qué, sólo yo lo hago? ¡Pero si todos lo hacen!”. Luego, lo mejor es orar para que se resuelvan esas anomalías. Y, les suplico, ¡alimentemos el anhelo del verdadero amor! No practiquemos un amor como el de los que dicen “¿Escucharon? ¡Dice que debemos amar!”. ¡No! Dehemos sentir la necesidad de amar. Nunca hay alguien en vano a tu lado. Si hay alguien cerca de ti, es porque así lo dispuso Dios, para que lo ayudes o para que te ayude. Sí, puede que esa persona te resulte ayudando a ti, porque tiene una fuerza espiritual más grande. O que le ayudes tú, en el sentido de estar a su lado y ser paciente con ella. ¡Qué gran error cuando reprendemos a uno u a otro! ¡Dios es paciente con todos, por eso los pone en tu camino, para que también tú seas paciente (con ellos) y puedas ser recompensado por tu virtud!