Sobre el arrepentimiento. Para quienes dicen que quieren, pero no se deciden
¡Oh, cuán desesperadamente desearemos volver a este tiempo de arrepentimiento, que ahora desperdiciamos “jugando” (con nuestra vida) y volviéndonos simples “juguetes” (para otros), pero no podremos hacer ya nada!
El arrepentimiento es uno de los aspectos más importantes de las Divinas Escrituras. El mismo Señor dijo a Sus apóstoles: “Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca.” (Mateo 4, 17).
¡Oh, cuán desesperadamente desearemos volver a este tiempo de arrepentimiento, que ahora desperdiciamos “jugando” (con nuestra vida) y volviéndonos simples “juguetes” (para otros), pero no podremos hacer ya nada!
El que permanece atento a sí mismo, temiéndole a Dios y estremeciéndose ante Sus palabras, no buscará más los deleites y placeres, no reirá innecesariamente, no se envanecerá, no tendrá pensamientos vanos, no se enfurecerá jamás, no caerá en adulterio, no descuidará la oración y la lectura de las Escrituras, sino que siempre será prudente y sensato, humilde y contrito, dispuesto al esfuerzo y a elevar su devota oración para librarse del fuego eterno.
Pero el que ama la vida de este mundo, aunque diga: “¡Quiero salvarme!”, no hará nada para lograrlo. ¿Qué puede uno replicarle a alguien así' “¡Siempre dices que quieres salvarte, pero no te decides a alcanzarlo! ¿Hasta cuándo tendrás el alma dividida, viviendo tan desordenadamente? Ahora es el momento de actuar, aunque pareciera que no quieres hacerlo. ¡Ten cuidado, no sea que la muerte te sobrevenga inesperadamente y te encuentre en esta indecisión tuya! Si eso te pasara, ¡aunque quieras, ya no podrás hacer nada!”.
(Traducido de: Patericul Lavrei Sfântului Sava, Editura Egumenița, 2010, pp. 151-152)