Sobre la fuente de todos los males
La fuente de los males es el pecado. Inevitablemente, junto a éste, crecen también los males.
La fuente de los males es el pecado- Inevitablemente, junto a éste, crecen también los males.
Se dice, en consecuencia, que nuestro propio pecado regresa y nos golpea. Y así podemos encontrar la forma de librarnos de toda aflicción, porque es suficiente con preguntarnos, en lo profundo de nuestra mente, por qué tuvimos que atravesar determinado problema, para deducir que proviene de algún error nuestro. Por ejemplo, si algún problema aparece con tu ganado, date cuenta que algún error cometiste con él. Si te golpeaste la cabeza con algún leño y te duele mucho... medítalo y te darás cuenta que alguna falta cometiste con tu cabeza. La pena, en consecuencia, nos habla del pecado cometido, aún antes de que aparezca la aflicción. Así, a partir de hoy toma en cuenta lo que siembras, para saber qué cosecharás.
(Traducido de: Părintele Arsenie Boca, Lupa duhovnicească cu lumea, trupul și diavolul, Editura Agaton, Făgăraș, 2009, p. 20)