Sobre la “teología de las lágrimas”
Para poder llorar no hace falta saber hacerlo: la sinceridad y la pureza de corazón tienen una importancia mucho más grande que la especulación inteligente o la perspicacia.
Para poder llorar no hace falta saber hacerlo: la sinceridad y la pureza de corazón tienen una importancia mucho más grande que la especulación inteligente o la perspicacia. Una de las principales contribuciones de San Juan Climaco al entendimiento de la “teología de las lágrimas” es esa insistencia en el hecho de que todos los aspectos de la persona, así como su propia personalidad, deben presentarse ante Dios.
Este abordaje integral —y su aplicabilidad universal, tanto para los monjes como para los laicos—, nos da un testimonio valiosísimo sobre el respeto del cual goza este tema en la Ortodoxia, de acuerdo con lo que afirma San Ingnacio Brianchianinov, y sustenta la integridad del carácter de “persona”, implícito en la entera concepción cristiana ortodoxa sobre la antropología.
(Traducido de: Hannah Hunt, Plânsul de-bucurie-făcător. Lacrimile de pocăință în scrierile Părinților sirieni și bizantini, Editura Doxologia, 2013, pp. 145)