Palabras de espiritualidad

Sobre las tentaciones al orar

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Si el hombre se levanta otra vez, confiando en la misericordia de Dios, vencerá con el poder que Él le da.

Muchas tentaciones sufre el hombre que no ora, porque la casa de su alma está vacía. Sin embargo, mayores tentaciones enfrenta aquel que sí practica la oración.

Porque, orando con fervor, súbitamente le viene con fuerza el recuerdo de algún pecado cometido, despertándole la mente, el corazón y los sentidos... Así, atormentado, y creyéndose sin salida, el hombre cae en la desesperanza por causa del demonio.

Mas, si se levanta confiando en la misericordia de Dios, vencerá con el poder que Él le da. Ciertamente, perseverando en la oración, con paciencia y valor, terminará derrotando aquella tentación, logrando que su esfuerzo se convierta en una fuente de gran alegría y provecho espiritual.

Queda cuidarse del orgullo y la vanagloria, que son artimañas del demonio para hacer caer nuevamente al cristiano que se esfuerza.

(Traducido de: Jean-Claude Larchet, Ține candela inimii aprinsă. Învățătura părintelui Serghie, Ed. Sophia, București, 2007, p. 135)