Somos más que un conjunto de huesos
No pretendamos que no lo sabemos. Sabemos bien que somos seres conscientes. No sería serio ni correcto pretender que no comprendemos la complejidad de nuestra situación de seres carcomidos por el remordimiento, ofuscados por la idea de la deificación, necesitados de hacer un esfuerzo para demostrar que no somos más que materia.
Desde que se introdujo la utilización de computadoras en todos los campos de la actividad humana, vivimos una suerte de animismo maquinizador. Desde que se prolongó el alcance de la mano, con la herramienta, y ulteriormente, con el auxilio de las máquinas, el hombre ha engrandecido —con la ayuda de los mismos dispositivos electrónicos— la eficiencia de su misma mente.
Pero esto no puede llevar a la negación de la supremacía del espíritu, y tampoco a ignorar que tenemos una conciencia. El hombre percibe que percibe, sabe que sabe, piensa su pensamiento.
Todo esto se lo digo también a los informáticos, más racionales que los comentadores del exterior.
No pretendamos que no lo sabemos. Sabemos bien que somos seres conscientes. No sería serio ni correcto (fair) pretender que no comprendemos la complejidad de nuestra situación de seres carcomidos por el remordimiento, ofuscados por la idea de la deificación, necesitados de hacer un esfuerzo para demostrar que no somos más que materia.
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Jurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, p. 350)