Dices "soy cristiano" te contentas con eso. Este es el primer engaño, apropiarse de los dones y promesas del cristianismo, pero sin tratar de arraigar en ti el verdadero cristianismo, o jactarte de aquello que no puede obtenerse sino por medio de la virtud y la dignidad de una vida espiritual correcta. Con semejante actitud demuestras que es un engaño esperar en un mero nombre, que Dios puede sacar hijos de Abraham de una piedra, y también que Él puede quitarte la promesa en cualquier momento, mientras no cumplas con lo que es indispensable para participar de ella. Ante todo, busca la forma de entender qué significa ser cristiano. Únete a ese ideal y podrás reconocer en dónde se asienta esa ceguera de la que ahora padeces.

(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Calea spre mântuire, Editura Egumenița, Galați, p. 140)