Hace poco escuché un proverbio, mejor dicho la versión modificada de un conocido refrán: “Detrás de un gran hombre hay siempre una suegra que no puede creérselo”.

Me gustó, precisamente porque tiene ese revoltijo a mitad de la frase. Sin embargo, cierto es que se trata de un caso que raras veces he escuchado en mi consultorio. O talvez he tenido mucha suerte como profesional. O talvez he sido enceguecido por mi propia relación suegra-yerno, que es una de las mayores alegrías de mi vida.

Tu abuela, una mujer bendecida con una gran inteligencia, me ha agradecido muchísimas veces por haberme casado con su hija, y siempre que lo hace, parece que me hace amar aún más a tu mamá. La verdad es que, si logras conquistar a tu suegra, te dará siempre muchísimo crédito, aún más del que mereces.

Hay muchos más motivos para esto. Uno de ellos es que, así como verás en tu momento, quien se porte bien con tu hijo, entrará inmediatamente en tu corazón. Así que, si haces feliz a su hija, se le encenderá el corazón cuando piense en ustedes, cosa que hacen, la mayor parte del tiempo, todos los padres.

El otro motivo por el que te harás su favorito es que se sentirá siempre orgullosa de tí, si le demuestras que eres un buen esposo. Cada vez que le cuente a alguien lo bien que está todo entre tú y su hija, no hará sino reafirmar cuán inteligente es su hija, por haberte elegido a tí. Y todos sabemos que las mamás son la mayor influencia en este aspecto.

Como puedes ver, tienes mucho a tu favor. Ahora, no puedo decirte exactamente cómo “ganarte” a tus suegros, porque cada situación es diferente. Lo que sí puedo recomendarte, es que aproveches a decirles, cada vez que puedas, lo mucho que amas a su hija, cuán agradecido estás con ellos por haberla educado de la forma en que lo hicieron y, finalmente, que eres consciente de que tú eres quien ahora cosecha los frutos de su esfuerzo y perseverancia. ¡Créeme, todo padre reaccionará felizmente ante esas palabras!

Desde luego, hay momentos en los que el hielo puede ser un poco más grueso y entonces es mejor ser prudentes. Y cuando esto suceda, lo mejor es tener la mente despierta, el corazón abierto y la boca cerrada.

Como te dije antes, no soy el más adecuado para hablarte de estos temas, debido a la suerte que me tocó a mí. De igual manera, los casos más comunes son esos en los que la madre del esposo no tiene una muy buena opinión de su nuera. En algunos casos se ha llegado a extremos brutales, usualmente debido al concurso de factores externos, más allá de la relación suegra-nuera. Además, en esos casos, las personas implicadas eran incapaces de desenvolverse buenamente en una relación, sin importar su tipo.

Además de estos consejos referentes a la forma en que debes comportarte con tus suegros, quería compartirte, parcialmente, una carta de un conocido que tuvo que enfrentar este problema, consiguiendo resolverlo exitosamente. La carta dice así:

“Los suegros también son personas, sólo que son esas personas que tuvieron la ventaja de convivir más tiempo junto a quien amas, mucho antes de que tú aparecieras en el paisaje. Al principio esto podría dañar tu imagen o la de ellos.

Viendo retrospectivamente mi propia experiencia, podría decir que, partiendo de la idea que los suegros son personas como todas las demás, deberías portarte con ellos de la misma manera. En caso que no puedas soportarlos, nada te impide tratarlos con cortesía, al menos, cuando la situación los lleve a estar juntos. Todos tenemos algún compañero de trabajo que no soportamos, pero, aún así, continuamos con nuestra labor junto a él. Talvez te ayudaría ver las cosas de esta manera, mientras pides que el tiempo más rápido.

Otra cosa que debes evitar, es comenzar alguna conversación negativa sobre ellos. Aunque sean unas personas insufribles, seguramente tu esposa te hablará de ello con suficiencia, hasta que esté segura que no te engañas en lo que a ellos se refiere. Sobre todo, al comienzo del matrimonio, algunos “Sí, mi amor” serán suficientes de tu parte, cuando se trate de hablar de ellos.

Otra necesidad es entender que tu esposa necesita mucho apoyo, porque ha vivido más tiempo que tú al lado de ellos. De igual manera, deberías tener siempre presente que, la mayoría de las veces, las personas llegan a ser tan insufribles por causa de problemas reales. Esta perspectiva talvez te ayude a entenderlos mejor.

Otra necesidad es mantener un nivel de honestidad interior suficiente, que te ayude a aceptar que es imposible que todo el mundo le agrade a todo el mundo. Puede que a tí tampoco te gustaría tu compañía, si estuvieras en los zapatos de ellos. Así conseguirás disminuir la tensión, si analizas filosóficamente el problema y te decides a no ser hipócrita. La hipocresía, a largo plazo, puede convertirse en una carga muy pesada. Y en un momento dado te alcanzará, porque tiene millones de tentáculos, que llegan a cualquier rinconcito de tu corazón. Si permites que estos sentimientos se desarrollen en tu interior, sin dejarlos que salgan a la luz, al menos de vez en cuando, terminarán destruyendo tu paz.

Si los esposos consiguen compartir estas cosas en el momento adecuado y de la forma adecuada, la mayoría de las veces lograrán encontrar una forma de ayudarse mutuamente. Y entonces, los unirán todas esas cosas que, al contrario, separan a muchos otros”

Es de remarcar la forma de pensamiento de esta persona, ¿no es así? Permanece sereno cuando sea debido, levanta la voz cuando estés obligado a hacerlo y hagan, ambos, las cosas de tal manera que los problemas familiares fortalezcan su relación, en lugar de debilitarla.

(Traducido de: Charlie W. Shedd, Scrisori către Filip - sfaturi unui tânăr căsătorit, Editura Bizantină, 2011, p. 141-145)