Todo depende de nuestros pensamientos y de nuestra voluntad
Con nuestras acciones y nuestros pensamientos hemos creado unas condiciones de vida realmente insufribles sobre la faz de la tierra. Ese estado debe ser transformado ahora, porque en nosotros todavía pervive el poder divino.
El ser limitado no es infinito, sino finito; limitados son también nuestros pensamientos. Todo es limitado. Incluso los ángeles y los santos son seres finitos, porque solamente Dios es infinito. Solo Dios es Todopoderoso, con Su Gracia que ampara a todos los ángeles y santos, y los protege de la acción de los espíritus impuros. Como podemos ver, nuestros pensamientos tienen una fuerza realmente considerable… ¡pero nosotros no lo entendemos o no lo queremos entender! ¡Ciertamente, nuestros pensamientos tienen un poder formidable, mismo que influye directamente sobre todas las cosas, no solamente sobre las que hay en el mundo, sino también sobre el cosmos entero!
Somos seres pequeños, pero podemos llegar a ser o muy buenos, o muy malos… todo depende de nuestros pensamientos y de nuestra voluntad. ¿O es que no somos conscientes de todo lo que nuestros pensamientos y deseos han causado en el mundo? A tal extremo hemos llegado, que ya nadie encuentra paz y sosiego, ni en su propia familia, mucho menos en cualquier otro lugar… Con nuestras acciones y nuestros pensamientos hemos creado unas condiciones de vida realmente insufribles sobre la faz de la tierra. Ese estado debe ser transformado ahora, porque en nosotros todavía pervive el poder divino. Todos tenemos que cambiar, desechando los malos pensamientos y las malas actitudes, y empezando a irradiar solamente el bien. Notemos cómo todo cambia a nuestro alrededor, no solamente las personas, sino también la naturaleza misma. Es increíble…
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 204)