Palabras de espiritualidad

Todo el daño que provoca el más común de los vicios

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Para no caer en las garras de este pecado, se recomienda: confesarse a tiempo, practicar la templanza ya desde la infancia, evitar las malas compañías, etc.

Uno de los pecados más graves que desde siempre ha atribulado a la humanidad es el del alcoholismo. En algunas personas este pecado es incurable, porque llega a convertirse en una pasión irremediable. ¿Cómo se llega a semejante estado? Por la falta de una confesión sincera y a tiempo; además, por la falta de fe, la falta de voluntad, o debido a determinados problemas que el hombre es incapaz de sobrepasar, soslayando el auxilio que la Iglesia le puede ofrecer.  Para no caer en las garras de este pecado, se recomienda: confesarse a tiempo, practicar la templanza ya desde la infancia, evitar las malas compañías, etc. La ebriedad pude traer los males más grandes a la persona, a su familia, y también a la sociedad. Es innegable que el alcoholismo sólo provoca riñas, escándalos, crímenes, separaciones, suicidios, infidelidades, etc.

(Traducido de: Arhimandritul Ioachim Pârvulescu, Sfânta Taină a Spovedaniei pe înţelesul tuturor, Mănăstirea Lainici – Gorj, 1998, Editura Albedo, p. 69)

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