Todo el perjuicio que nos causamos al robar algo
Cuando robas, los demonios arrancan pedazos de tu alma, tal como tú arrancaste algo del esfuerzo y el trabajo de tu semejante.
A aquellos que roban, vienen los demonios y les rompen el vestido del alma, a veces por completo. Y, cuando llegue el Día del Juicio y el que ha robado intente unir esos pedazos y no lo consiga, comprobará cómo el Señor, la Santísima Virgen María, los Santos Apóstoles y todos los santos y ángeles observan la desnudez de su alma. Cuando robas, los demonios arrancan pedazos de tu alma, tal como tú arrancaste algo del esfuerzo y el trabajo de tu semejante.
Si confiesas tu pecado y devuelves lo que robaste, si le pides perdón al ofendido, respetas tu canon de penitencia y decides no volver a cometer dicha infamia, Dios enviará a sus ángeles para que cubran tu alma con una vestidura nueva.
(Traducido de: Arhimandritul Ilarion Argatu, 445 Răspunsuri duhovniceşti la întrebările credincioşilor, Editura Mila Creştină, Fălticeni, 2005, p. 129)