Todo tiene un sentido, un propósito
Tengamos la certeza de que la Providencia de Dios siempre está con nosotros, protegiéndonos, y que nos da lo que necesitamos, aún valiéndose de aquello que nos disgusta.
El sentido y el provecho de gran parte de lo que vivimos hoy lo conoceremos más adelante.
Y es que los juicios de Dios son insondables. Él hace todo por nuestro bien. Nosotros nos hallamos atados a los bienes de este mundo, pero Él quiere otorgarnos otros, que son eternos, por medio de los padecimientos y las aflicciones pasajeras de esta vida.
Tengamos la certeza de que la Providencia de Dios siempre está con nosotros, protegiéndonos, y que nos da lo que necesitamos, aún valiéndose de aquello que nos disgusta.
El Señor, en Su misericordia y sabiduría, organiza todo para nuestro propio bien y edificación espiritual, sólo que nosotros, debido a nuestra debilidad y nuestra inclinación a las pasiones, entendemos todo al revés, como si fuéramos unos chiquillos.
(Traducido de: Ne vorbesc Stareții de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, 2007, p. 165)