Todos necesitamos volver a la humildad
Algunos menos, otros más, pero todos estamos enfermos y sufrimos por causa de nuestro orgullo.
Ya que la humildad es una virtud inconmensurable, sin la cual no podemos salvarnos, renunciemos a nuestro diabólico orgullo y luchemos por alcanzar la santa humildad, que es llamada “atuendo divino” por San Isaac de Siria, porque fue con ella que se vistió el Hijo Unigénito y Palabra de Dios-Padre, al descender desde los Cielos a este mundo para nuestra salvación. Luego, examinémonos por completo, analicemos nuestro “yo” interior, y veremos que todos somos presa del orgullo, un pecado tan repugnante para Dios. Algunos menos, otros más, pero todos estamos enfermos y sufrimos por causa de nuestro orgullo.
(Traducido de: Filothei Zervakos, Mărturisirea Credinței Ortodoxe, Editura Bunavestire, p. 34, Galați, 2003)