Tres leyes fundamentales del Sacramento de la Confesión
Cuando tu padre espiritual te da un consejo, éste es aplicable solamente a ti y tu vida, y debes esforzarte en ejecutarlo, sin compartírselo a los demás.
Decía el padre Sofronio que el Sacramento de la Confesión no consiste en una simple conversación. Quien se confiesa revela el elemento central de sus pensamientos o de las pasiones que le atormentan, sin entrar en detalles, y el confesor manifiesta el primer pensamiento que le viene después de orar.
De igual forma, decía que cuando tu padre espiritual te da un consejo, éste es aplicable solamente a ti y tu vida, y que debes esforzarte en ejecutarlo, sin compartírselo a los demás. Muchas veces me repitió que esta es una de las leyes fundamentales del Sacramento de la Confesión. Si esta norma es vulnerada, suele generarse una gran turbación, cosa que podría llevar a que muchas personas comiencen a desaprobar a aquel confesor.
También decía que otra ley fundamental de la Confesión es que el hijo espiritual no contradiga jamás a su confesor.
(Traducido de: Hierotheos Vlachos, Mitropolit de Nafpaktos și Sfântul Vlasie, Cunosc un om în Hristos: Părintele Sofronie de la Essex, traducere din limba greacă de Pr. Șerban Tica, Editura Sophia, București; Editura Cartea Ortodoxă, Alexandria, 2011, p. 284)