Un consejo para el joven que no se conforma con el estado actual del mundo y la sociedad
Vendrá el momento en el que los chicos que hoy los admiran a ustedes, los criticarán y los condenarán. Con la medida que ustedes critican hoy, así serán criticados también.
«Puedes criticar el presente, sí, pero no pierdas la esperanza en el futuro. Puedes criticar a quienes hoy te representan políticamente, a quienes ocupan cargos de importancia en la estructura eclesial, a los poetas o a los científicos actuales… Puedes criticarlos, pero no olvides que en algunos años tu generación representará a nuestro pueblo en todos los campos. Y entonces también ustedes se verán expuestos a las críticas de quienes ahora apenas están aprendiendo sus primeras letras en la escuela. Esos niños, quienes ahora los miran a ustedes con respeto, como si estuvieran a una altura inalcanzable, llegarán a esa misma altura, mientras ustedes alcanzan la altura de sus padres. Vendrá el momento en el que los chicos que hoy los admiran a ustedes, los criticarán y los condenarán. Con la medida que ustedes critican hoy, así serán criticados también.
Claro que están en su derecho de criticar, pero no pierdan mucho tiempo juzgando el presente. Dediquen un diez por ciento de su tiempo a ello. No más. El resto tienen que utilizarlo para educarse y formarse. No es un buen actor ese que critica constructivamente el rol de otro actor. Un buen actor ese ese que, con honestidad, tenacidad y amor, prepara su propio rol. Y ciertamente el pesimista no puede tener amor y fortaleza en la perseverancia».
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Omilii despre pocăință, dragoste și optimism, Editura Doxologia, Iași, 2016, p. 126)