Un consejo para enderezar tu vida
Si llegas a ser vencido, avergüénzate, repréndete y humíllate, considérate menor que todos, como alguien dominado por sus pasiones. No culpes a nadie más que a ti mismo, y así recibirás la ayuda de Dios.
«Quieres poner un buen comienzo para enmendar tu vida, pero no sabes cómo. Me parece que ya hemos hablado muchas veces sobre esto, sobre cómo debemos luchar contra las pasiones, una batalla que no se gana con palabras, sino con hechos. Si nuestras pasiones no nos dejan en paz, o alguna circunstancia las saca a flote, el desorden interior nos inquieta. Pero si cada vez que una pasión te ataca, te resistes y no haces lo que esta te exige, poco a poco se irá debilitando. Y si llegas a ser vencido, avergüénzate, repréndete y humíllate, considérate menor que todos, como alguien dominado por sus pasiones. No culpes a nadie más que a ti mismo, y así recibirás la ayuda de Dios».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, volumul I, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 156)