Un llamado a mantenernos en la unidad de la Iglesia
¡No abandonemos la barca de la salvación! ¡No abordemos veleros con el casco agrietado, arrojándonos a las olas del infierno, convencidos de que hay salvación fuera de la Iglesia!
¡Mantengámonos en la Iglesia de Cristo, la cual desde hace dos mil de años gobierna a miles de almas! ¡No abandonemos la barca de la salvación! ¡No abordemos veleros con el casco agrietado, arrojándonos a las olas del infierno, convencidos de que hay salvación fuera de la Iglesia!
¡El que está afuera de Cristo, está afuera de la Iglesia! ¡El que está afuera de la Iglesia, está afuera de Cristo! Entonces, ya que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, ¡permanezcamos en Cristo, permanezcamos en la “vid”, en el tronco y el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, y no nos engañemos, creyendo que hay salvación fuera de la Iglesia! ¡Que Dios nos ayude a todos! Amén.
(Traducido de: Arhimandritul Cleopa Ilie, Călăuză în Credința Ortodoxă, Editura Episcopiei Romanului, 2000, pp. 99-100)