Palabras de espiritualidad

Un monje hesicasta de nuestros tiempos

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

¡Te doy mi bendición para que vayas a Jerusalén y ores también por mí! Debes saber que en aquel lugar serás tonsurada como monja y, al regresar, ya no me encontrarás con vida”.

Piadoso Gelasio Maloviceanu, del Monasterio Cernica (1858 - 1936)

El venerable hiero-esquema-monje Gelasio fue el más grande padre espiritual y eremita del Monasterio Cernica del siglo pasado. Nació en el poblado de Malovăţ (Mehedinţi, Rumanía) y entró a la vida monacal en la comunidad del Santo Jerarca Calínico, en 1888. Luego de dos años fue tonsurado como monje, y cinco años después fue ordenado sacerdote. El padre Gelasio ofició la Divina Liturgia, con mucha fe y lágrimas de devoción, durante 20 años.

Imitando el sacrificio de los ascetas, eligió vivir el resto de su vida en su celda, hasta morir. Durante otros 20 años, este virtuoso monje se mantuvo en oración, día y noche, encerrado en su celda, desconocido para el mundo exterior. Ahí recibía los Santisimos Dones y el alimento diario; ahí ayunaba; ahí meditaba en las cosas de Dios, profundamente conmovido; ahí comulgaba del gozo del Espíritu Santo y también ahí confesaba a los monjes del monasterio y a los laicos que le buscaban. Por su denuedo, Dios le hizo digno del don de la palabra y el consuelo, llegando a ser el padre espiritual más experimentado del Monasterio Cernica. Casi todos los monjes, muchos alumnos del seminario y numerosos laicos de la capital le tenían como confesor. Sólo el Señor sabe a cuántos corazones desolados consoló, a cuantas conciencias llenas de pecado alivió, y cuántas lágrimas y cuántos dolores mitigó. El padre Gelasio no era severo con el canon, si la persona dejaba de cometer el mismo pecado.

En la primavera de 1936, una de sus hijas espirituales le pidió su bendición para visitar el Santo Sepulcro.

¡Te doy mi bendición para que vayas a Jerusalén y ores también por mí! Debes saber que en aquel lugar serás tonsurada como monja y, al regresar, ya no me encontrarás con vida.

Ciertamente, el 7 de mayo de 1936, el piadoso Gelasio —el gran padre espiritual del Monasterio Cernica— descansó en paz, siendo llorado por toda la comunidad del monasterio y sus numerosos hijos espirituales.

¡Señor, haz que el padre Gelasio descanse entre Tus santos!

(Traducido de: Arhimandrit Ioanichie BălanPatericul românesc, Editura Mănăstirea Sihăstria, pp. 530 - 531)