Palabras de espiritualidad

Un sitio luminoso en nuestro corazón

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Así es como vamos adquiriendo un “gusto” muy especial, con cuyo auxilio sabremos distinguir cuál pensamiento viene de Dios y cuál viene del maligno.

Cuando, al orar, mantenemos la atención dirigida al corazón, poco a poco nos preparamos en él un lugar luminoso, que atrae constantemente a nuestro espíritu.  Así es como vamos adquiriendo un “gusto” muy especial, con cuyo auxilio sabremos distinguir cuál pensamiento viene de Dios y cuál viene del maligno. Si nos hemos creado ese lugar luminoso en el corazón, valiéndonos de la labor mística de la contrición, nuestra mente será permanentemente atraída hacia dicho sitio y todo pensamiento extraño se quedará afuera, incapaz de herir nuestra mente o nuestro corazón.

(Traducido de: Arhimandritul Zaharia Zaharou, Merinde pentru monahi, Editura Nicodim Caligraful, Putna, 2013, p. 120)