Una analogía que nos ayuda a entender la lucha espiritual
Pensemos que el alma es como un jardín dividido en dos partes. En una parte hay solamente malezas, y en la otra, flores.
El anciano Porfirio comparaba la lucha espiritual con el esfuerzo del jardinero: “¿Qué es la lucha espiritual? Pensemos que el alma es como un jardín dividido en dos partes. En una parte hay solamente malezas, y en la otra, flores. Tenemos un depósito de agua con dos grifos y dos canalones: un canalón dirige el agua a las zarzas y el otro a las flores. Yo soy quien decide a dónde dirigir el flujo de agua: si no riego las malezas, se secarán, y si riego las flores, reverdecerán y se abrirán”.
(Traducido de: IPS Andrei Andreicuț, Mai putem trăi frumos? Pledoarie pentru o viață morală curată, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2004, p. 51)