Una carta para tu corazón
¿Puedo encender una luz en tu alma? Quiero ver todas tus heridas y curarlas, no quiero pisarlas y que te duelan aún más... Hay mucho frío aquí, ¡enciende el fuego del amor! Tu corazón es como un jardín, y los amigos son las flores que tú cuidas. Mientras más frecuentemente los abraces, más te embellecen.
Querida alma que lees,
Talvez estás sola, como muchas otras... Todo es más sencillo cuando recibes a uno o otro... Quisiera estar a tu lado cuando caes, tomarte de la mano en mi vuelo al cielo, ponerte en ella la flor más bella, para que veas que lo hermoso y lo desagrable pasan, quedando tan sólo el recuerdo... Quisiera que juntos aprendiéramos a caminar sobre las astillas de la vida.
¡Quiero susurrarte, para no llenar de ruido tu alma! Te sonreí, para verte sonreir. ¿Sabías que eres un niño, que no has perdido la serenidad en tus ojos? El tren de la vida te enseña que el mundo es más hermoso, con tan sólo reducir un poco la velocidad...
¿Puedo encender una luz en tu alma? Quiero ver todas tus heridas y curarlas, no quiero pisarlas y que te duelan aún más... Hay mucho frío aquí, ¡enciende el fuego del amor! Tu corazón es como un jardín, y los amigos son las flores que tú cuidas. Mientras más frecuentemente los abraces, más te embellecen.
¿En dónde está mamá, para que nos saque un poco del mundo de los adultos? Cuando eres pequeño, todos te aman... No cambies esta percepción, aunque crezcas. Sigue creyendo que todo está bien, incluso cuando estás exhausto, porque esto significa que tienes esperanza.
¿Qué sucedería si Dios fuera tu mejor amigo? ¿Le darías un abrazo?
Si has sido bueno, si has amado, si has curado heridas, si has ayudado a los demás, ¡a Dios mismo se lo has hecho! ¿Sabías que puedes vivir bellamente? ¡Te escribo desde mi corazón, para el tuyo!
Con cariño,
Irina Alexandra Bulgaru