¿Por qué ustedes, los ortodoxos, veneran a los ángeles y a los santos, aduciendo que son mediadores ante Dios para alcanzar la salvación? ¿No hay un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo? ¿Acaso no dijo el Apóstol: “Hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también” (I Timoteo 2, 5)? Si es así, ni los ángeles, ni los santos, ni nadie más, sino solamente Cristo puede interceder ante Dios por nuestra salvación...

—Es que nosotros no adoramos a los santos y a los ángeles, como si lo hacemos con Dios. La honra que ofrecemos a los ángeles y a los santos es solamente veneración, en tanto que a Dios lo exaltamos y le servimos con una devoción perfecta, que también recibe el nombre de “latría” o “adoración”. Nosotros veneramos a los santos de Dios, porque ellos son los amigos de Dios, tal como está escrito: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15, 14).

(Traducido de: Arhim. Cleopa Ilie, Călăuză în credinţa ortodoxă, Editura Mănăstirea Sihăstria, Ediţia a V-a 2010, p. 147)