Palabras de espiritualidad

Una explicación a la muerte del cuerpo

    • Foto. Silviu Cluci

      Foto. Silviu Cluci

Translation and adaptation:

Dios sabía que en algún momento habría de enviar a Su Hijo para que se encarnara y muriera por nosotros, con tal de destruir el poder de la muerte, para dominar sobre vivos y muertos.

Al principio, el hombre recibió la libertad de movimiento en todo lo que debía hacer. Pero, debido a los engaños del demonio, cayó en la insensatez y empezó a buscar lo que no le correspondía, presa de una irracional desobediencia. Por eso fue condenado a la muerte y a la corrupción, por la inmensa sabiduría de Dios. Porque, una vez devenido el hombre en siervo del pecado y enfermo por las pasiones, el mal vino a enseñorarse en el mundo, tal como lo hace en los espíritus impuros. Esta es la razón y el propósito de la muerte del cuerpo, que no lleva a la desaparición total del hombre, sino más bien a su renovación y, para decirlo de alguna manera, a conservar la “vasija” intacta por un tiempo, a la espera de ser restaurada.

El Creador no ignoraba que eso le habría de suceder al hombre en algún momento, pero también lo hizo pensando en que, una vez desaparecida la corrupción, el hombre volvería a su estado original, con las bondades primordiales.

Porque sabía que en algún momento habría de enviar a Su Hijo para que se encarnara y muriera por nosotros, con tal de destruir el poder de la muerte, para dominar sobre vivos y muertos. ¿Para qué? Para que el número de los que se han salvado crezca, superando al de los que se han perdido, y con esto disminuya ese dolor.

(Traducido de: Sfântul Chiril al AlexandrieiGlafire, traducere din grecește, introducere și note de Pr. Prof. dr. Dumitru Stăniloae, Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, București, 1992, pp. 14-15)