Una fe temerosa es una fe sin valor
Y mientras más atroces son las tormentas y más potentes los vientos, con más fuerza arden las llamas de las palabras de Cristo.
Una fe temerosa es una fe sin valor. La palabra “temeroso” es un sonido seco. Cristo hablaba con la seguridad de Su poder, no entre susurros, como lo hacían los fariseos y los pecadores. Y esas palabras siguen siendo como gigantescos cirios que arden aún en medio de las tinieblas de este mundo.
Las palabras de todos los filósofos se han ido disipando con el paso del tiempo, o están por extinguirse completamente. Hasta el más insignificante soplido de viento es capaz de borrarlas.
Pero no hay tormenta en este mundo ni en el cosmos entero que sea capaz de extinguir la Luz de Cristo. Por eso, solamente Él pudo pronunciar esas palabras que ningún mortal se atrevería a decir: “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán” (Mateo 24, 35, Marcos 13, 31, Lucas 21, 33).
Y mientras más atroces son las tormentas y más potentes los vientos, con más fuerza arden las llamas de las palabras de Cristo.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Prin fereastra temniței, Ed. Predania, București, 2009, pp. 34-35)