Palabras de espiritualidad

¿Una luna de miel y una vida de amargura?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

Observa en tu novia —cuando seas capaz de razonar, porque estando enamorado es difícil juzgar con claridad— algunos aspectos de futuro, cosas que deberás sobrellevar hasta la muerte. Esa incapacidad de razonar equilibradamente es la desventaja del que se enamora torpemente, contentándose con lo que ve en la superficie y privándose de la magnífica belleza del amor. Debes saber cómo amar, buscando la paz en la familia.

Es un error enorme construir una relación basándose en razones inmediatas, pasajeras: vivir una luna de miel y una vida de amargura. Debes analizar si tu pareja resistirá todas las cargas benditas del matrimonio. En consecuencia, observa en tu novia —cuando seas capaz de razonar, porque estando enamorado es difícil juzgar con claridad— algunos aspectos de futuro, cosas que deberás sobrellevar hasta la muerte. Esa incapacidad de razonar equilibradamente es la desventaja del que se enamora torpemente, contentándose con lo que ve en la superficie y privándose de la magnífica belleza del amor. Debes saber cómo amar, buscando la paz en la familia. La paz es cuatro veces más importante que la justicia. También ella (la mujer) tiene un punto de vista legítimo. ¡Nunca la desconsideres! “¡No encuentro cómo podrías tener la razón, pero te amo tanto, que no puedo contradecirte!”. Tu forma de ver lo que es justo es, precisamente, algo subjetivo, así que no tiene sentido querer imponerte siempre. Sólo así podrás tener una relación armoniosa.

Perder la armonía es entrar en la estridencia. Un ejemplo: si quieres extraer una zarza, no lo haces tomándola de una de las ramas, sino del tronco, desde la base del tallo. Lo mismo hacen las personas cuando discuten, quieren sacar la zarza tirándola de una rama.

Como ves, el amor todo lo une. Este es el significado de las argollas matrimoniales. Estás obligado a amar a tu esposa con todas tus fuerzas. Esto, desde luego, sensatamente, amándola no más de lo que amas a Dios. Y ella está obligada a obedecerte. Amarla permanentemente y en verdad no te resultará fácil. Por eso debes ver en ella la realización de todo tu ideal.

(Traducido de Părintele Arsenie Papacioc, Despre armonia căsătoriei, ediţie îngrijită de Ieromonah Benedict Stancu, Editura Elena, Constanţa, 2013, pp. 55-56)