Palabras de espiritualidad

Una vida pura se traduce en una oración pura

    • Foto: Stefan Cojocariu

      Foto: Stefan Cojocariu

No se puede hacer de una oración “impura” una oración “pura”, sino en la misma medida en que purificas tu propia vida.

El solo hecho de empezar a orar, ese anhelo de alcanzar una cierta limpieza espiritual es ya una parte positiva, solamente que no es tan fácil pasar de “sucio” a “limpio”; no se puede hacer de una oración “impura” una oración “pura”, sino en la misma medida en que purificas tu propia vida. Claro que esa purificación es posible, pero requiere de lucha y esfuerzo. Sabemos que Santa María Egipcíaca, quien durante diecisiete años llevó una vida totalmente desordenada, necesitó otros diecisiete años, pero en el desierto, para obtener la purificación de su alma y devolverla al estado que tenía antes de mancillarla. Este es un juicio de la oración.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Pentru cealaltă vreme a vieții noastre, Editura Deisis, p. 241)