Palabras de espiritualidad

Una voz que nos habla desde nuestro corazón

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cuando pecamos o cometemos alguna falta, nuestra conciencia nos reprende inmediatamente. Nos pregunta: “¿Por qué hiciste eso, hombre?”.

Dios nos habla con la voz de la Escritura; nos habla, además, con la voz de lo creado que nos hostiga: con las sequías, las tempestades, los terremotos o las canículas. Dios nos habla así, pero también nos habla de una forma distinta. ¿Cómo? Por medio de la voz de la conciencia. Cuando pecamos o cometemos alguna falta, nuestra conciencia nos reprende inmediatamente. Nos pregunta: “¿Por qué hiciste eso, hombre?”. Nuestra conciencia nos riñe cada vez que hacemos algo incorrecto.

Ella es la voz de Dios que nos llama a Él: “Te equivocaste. Yo te perdono, pero no lo vuelvas a hacer. Ven a Mí, porque en Mí está la fuente del perdón, el amor y la misericordia. Empieza bien desde hoy, y no peques más”. En otras palabras, nuestra conciencia es la voz de Dios en nuestro corazón. Esta ley fue decretada antes de cualquier ley humana.

(Traducido de: Arhimandritul Cleopa IlieÎndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 43)