Palabras de espiritualidad

¡Unamos en oración el corazón, la mente y el cuerpo!

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Cuando ores, permanece alerta, para que puedas enunciar los salmos y oraciones con temor, alegría, perseverancia y reverencia profunda frente al Divino ícono.

¡Si lo haces, persevera, hombre!

Es decir, cuando ores, permanece alerta, para que puedas enunciar los salmos y oraciones con temor, alegría, constancia y reverencia profunda frente al Divino ícono. Porque en los salmos puedes encontrar tanto enseñanza como oración. No pronuncies sólo con la punta de la lengua, sino ora con todo tu corazón: une el cuerpo, el alma y la mente. El que se esfuerza sin sabiduría, es decir, sin estar atento a sí mismo, ése no recibirá recompensa por parte de Dios. Al contrario, podría llegar hasta a enojarlo.

Así como es imposible llenar con agua un vaso roto, así también el que ora sin estar atento a lo que hace, no recibirá recompensa. Se nos pide que no simplemente pronunciemos salmos u oraciones, cual si se tratara simplemente de cumplir con una tarea. Con salmos y oraciones debemos hablar con Dios, desde todo nuestro corazón y en permanente humillación espiritual, con la mente pura.

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Velicikovski de la Neamţ, Crinii țarinei sau Flori preafrumoase adunate pe scurt din Dumnezeiasca Scriptură, Editura Bisericii Ortodoxe din Moldova, Orhei, 1995, p. 39)

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