¡Ven a la Iglesia!
Pero no lo hagas con el corazón lleno de odio y venganza, sino con el rostro sereno y lleno de amor, ¡porque Cristo necesita tanto de tu amor!
¡Ven a la Iglesia! Pero no lo hagas con el corazón lleno de odio y venganza, sino con el rostro sereno y lleno de amor, ¡porque Cristo necesita tanto de tu amor! No vengas con la boca llena de palabras vanas y risas, porque es suficiente con los que hoy se ríen de Él y de Su Iglesia, basta con los que se burlan de Sus discípulos y siervos. Al contrario, ven lleno de humildad y llorando en tu corazón, pensando que Cristo se entrega a la muerte, por ti. Ven con el alma y el cuerpo purificados con tu contrición, para que puedas ver a Cristo en la Cruz.
Archimandrita Joanicio Bălan
(Traducido de: Mănăstirea Sihăstria. Un pridvor al Raiului, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2008, p. 44)