Ver todo con ojos de pureza, cultivando solamente buenos pensamientos
Los malos pensamientos impiden que venga la Gracia Divina. Ni siquiera la ascesis es tan poderosa como los buenos pensamientos.
Un anciano decía:
—Los hombres de hoy no tienen la Gracia de Dios. Y si a veces la tienen un poco, ellos mismos se encargan de apartarla. Entonces, los demonios vienen a visitarlos. Los malos pensamientos impiden que venga la Gracia Divina. Ni siquiera la ascesis es tan poderosa como los buenos pensamientos. Los buenos pensamientos vienen solamente a aquellos que ven todo con ojos puros.
Un venerable hesicasta contemporáneo me dijo:
—En la actualidad, no son muchos los que poseen la Gracia Divina. A menudo, nosotros mismos nos quedamos vacíos de la Gracia. Más tarde, por medio de alguna tristeza o alguna aflicción, la Gracia vuelve a acercársenos.
(Traducido de: Arhimandritul Ioannikios, Patericul atonit, traducere de Anca Dobrin și Maria Ciobanu, Editura Bunavestire, Bacău, 2000, p. 159)