Vivir a Cristo y en Cristo
¡Vivamos a Cristo como nuestra propia vida, no como si fuera alguien a quien conocemos sólo superficialmente!
Aquello que nos atrae a Cristo es Su misma Persona. A Él debemos vivirlo como la medida de todas las cosas, tanto divinas como humanas. En Cristo tenemos a nuestro Creador. En Cristo tenemos un ejemplo a seguir y la revelación del pensamiento de Dios sobre el hombre. El amor de Cristo debe llenarnos el corazón todo el tiempo. No es posible vivir en Dios por medio de un simple razonamiento intelectual. Dios se revela en nosotros a través de Sus actos. ¡Luego, vivamos a Cristo como nuestra propia vida, no como si fuera alguien a quien conocemos sólo superficialmente!
(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Din Viaţă şi din Duh, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2011; p. 17)