¿Vivir sin Dios?
“El hombre no puede vivir sin arrodillarse. Si aparta a Dios, se arrodilla ante algún ídolo de madera o de oro, o ante algún ser imaginario. Todos son idólatras, no ateos”.
No queremos admitir que también existen los misterios, y esto, en sí, es una gran desgracia.
Dostoyevski: “¿Qué es el misterio? Todo es misterio, amigo, el misterio de Dios está en todas partes… ¡Qué bien se está en este mundo, querido mío…! Y si también hay misterios, mucho mejor”.
La divinidad y la fe son parámetros ineludibles, de los cuales es imposible librarse. Como dice Huxley, lo único que puedes optar a alcanzar son simples transferencias. Actualmente, la ciencia no ha superado a la teología, sino que la ha sustituido. Dostoyevski lo sabía desde hace mucho: “Vivir sin Dios no es otra cosa que un tormento… El hombre no puede vivir sin arrodillarse. Si aparta a Dios, se arrodilla ante algún ídolo de madera o de oro, o ante algún ser imaginario. Todos son idólatras, no ateos”.
(Traducido de: Nicolae Steinhardt, Jurnalul fericirii, Editura Mănăstirii Rohia, Rohia, 2005, p. 307)