Volver a Dios es también obedecerle y estremecerse ante Su presencia
El temor de Dios es, de hecho, algo que el Señor Mismo nos concede. Búscalo, entonces, como un don, y se te dará.
¿Cómo alcanzar el temor de Dios? Búscalo y lo encontrarás. A este respecto no se puede decir: “haz esto y aquello”. El temor de Dios es un sentimiento espiritual, algo que se engendra silenciosamente en el corazón desde la contrición y la conversión. Tanto la meditación como el trabajo son de gran ayuda, pero el temor de Dios es, de hecho, algo que el Señor Mismo nos concede. Búscalo, entonces, como un don, y se te dará. Y cuando se te conceda, obedécelo sin titubear, porque vendrá a enmendar en ti todo lo que esté fuera de lugar.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 23)
