1. ¡Atención al lugar en donde elijas a tu pareja! El lugar determina el propósito.

2. Es mejor si tu esposo/esposa proviene de una familia numerosa. Solo así sabrá lo que significa el sacrificio.

3. No busques la belleza del cuerpo, sino la del alma. La primera es pasajera, en tanto que la otra da frutos sin cesar.

4. No busques un cónyuge ideal. Mejor intenta serlo tú, y verás que tu pareja te imitará.

5. No te cases para ser feliz, sino para hacer feliz a quien tienes al lado. Este es el camino que lleva a la felicidad.

6. No olvides que no te casas para una noche, un año o una vida, sino para la eternidad. ¡Ama a tu esposo/esposa con abnegación!

7. Edifica tu hogar sobre las rocas de las virtudes cristianas. Son las únicas que resisten los seísmos de la vida.

8. Cuando surja algún conflicto entre ustedes, pregúntale a Dios cómo resolverlo. ¡Ora!

9. Los hijos son la sonrisa de Dios al mundo. ¡Edúcalos con amor!

10. Y no olvides que el acta de matrimonio no es un pasaporte a la felicidad eterna. La familia es un edificio que necesita ser consolidado permanentemente.