Tal como los huevos que se incuban en el seno hacen que nazcan polluelos, así también los pensamientos que ocultamos engendran sendas acciones.

Tal como los caballos se acucian mutuamente cuando galopan, así también una buena compañía te sirve de aliento y estímulo.

Tal como las nubes ocultan el sol, así también los malos pensamientos oscurecen y hacen que la mente se pierda.

Tal como el aceite aplaca las olas del mar, aún contra su voluntad, así también el ayuno extingue los ímpetus del cuerpo, aunque este no lo quiera.

Tal como el agua, cuando ya no tiene sitio, tiende a crecer y levantarse, así también el alma, cuando es acechada por las tribulaciones, se alza hacia Dios por medio de la contrición, para salvarse.

(Traducido de: Sfântul Paisie de la Neamț, Cuvinte și scrisori duhovnicești, II, Editura Doxologia, 2010, p. 300)