¡Ay de aquel que guste de quejarse todo el tiempo!
Si no somos agradecidos por las bendiciones que Dios nos da, sino que nos lamentamos todo el tiempo, que después no nos sorprenda cuando empiecen a aparecer pruebas, a cuál más difícil de soportar.
Si no somos agradecidos por las bendiciones que Dios nos da, sino que nos lamentamos todo el tiempo, que después no nos sorprenda cuando empiecen a aparecer pruebas, a cuál más difícil de soportar. En verdad, aquel que esté acostumbrado a quejarse por todo, ese recibirá una bofetada por parte de Dios, para que pague al menos un poco en esta vida. Y si no recibe una bofetada, peor para él, porque tendrá que pagar todo en la vida futura.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, Vol. V Patimi și virtuți, Editura Evanghelismos, București, 2007, p. 140)