Cuando el perverso debe enfrentar alguna tentación, carece de esa esperanza que lleva a llamar el auxilio de Dios, porque en tiempos de holgura (es decir, antes de sufrir aquella prueba) se ha apartado de la Divina voluntad. Por eso, antes de comenzar a luchar, hazte de las alianzas necesarias para la batalla; antes de enfermarte, procúrate el medicamento. Antes de que aparezcan las aflicciones, ora con fervor para que Él te ayude cuando éstas vengan. Antes de que tengas que enfrentar el sufrimiento, llámalo, orando, y antes de orar prepara tus promesas, cual merienda. El Arca de Noé fue erigida en tiempos de paz, y cien años antes crecía la madera que había de formarla. Y cuando vino el diluvio, fueron los pérfidos quienes murieron, mientras que los justos pudieron salvarse.

(Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre nevoință, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 17)