¿Cómo agradecerle al Señor por Su amor?
Creo que con nada podría acercarme más a mi Dulce Jesús, que tanto me ha amado, que con mi amor al Padre y a mi semejante.
Me lleno de un gozo indescriptible, me alegro siempre, me regocijo con todo el corazón porque le pertenezco a Jesús, porque estoy en el monasterio, porque llevo en mi corazón la esperanza de la eternidad y el santísimo amor de Jesús. ¡Oh, pobre mortal...! ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Porque, si orara sin cesar, seguiría siendo poco; si derramara una y otra vez mis lágrimas, nada sería; si realizara cualquier buena acción, con nada podría compararse al infinito amor de Jesús.
Creo que con nada podría acercarme más a mi Dulce Jesús, que tanto me ha amado, que con mi amor al Padre y a mi semejante. El amor, que solamente el amor sea la corona de todos mis esfuerzos, todos mis sacrificios y todas mis preocupaciones de cada día, de cada noche y de cada segundo, desde este momento y para siempre. Amén.
(Traducido de: Mi-e dor de Cer, Viața părintelui Ioanichie Bălan, Editura Mănăstirea Sihăstria, 2010, p. 261)