Cómo aprender a aceptar la voluntad de Dios
Solamente con el paso de los años vamos entendiendo que así es como nos ama el Señor.
Tenemos que estar preparados para aceptar la voluntad de Dios. El Señor permite que muchas cosas nos sobrevengan, para que no se haga nuestra voluntad, porque, si fuera así, no seríamos dignos del Reino de los Cielos. A quienes hacen solamente su voluntad, no los recibe ni el Cielo ni la tierra. Dios tiene un plan divino para con nosotros y tenemos que someternos a Él. Tenemos que aceptar la vida tal cual se nos da y no tenemos que pensar en el qué y el cómo, sabiendo que nada, ni en el Cielo ni en la tierra, sucede sin la Providencia y el permiso de Dios.
No debemos prestar atención a las distintas dificultades materiales, porque lo más importante es conservar la paz interior. Incluso cuando oramos a Dios, pidiéndole algo, lo hacemos siguiendo los anhelos de nuestra voluntad y esperamos que Él nos conceda las cosas como las queremos nosotros. Pero es que también las aflicciones y las caídas tienen un propósito; el problema es que esto es algo que nos cuesta entender cuando somos jóvenes. Solamente con el paso de los años vamos entendiendo que así es como nos ama el Señor.
(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, pp. 171-172)