Palabras de espiritualidad

¿Cómo educar al adolescente?

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

San Juan Crisóstomo decía que esta es la edad más difícil: nadie sabe cómo saldrá el niño de la etapa de la adolescencia, qué clase de persona será, si bueno o malo. Sólo Dios sabe esto. Debemos recordar que no es bueno fustigar a los jóvenes en esta etapa, pero tampoco se trata de dejarnos conducir por ellos. Existe una norma de oro: educar con disciplina, pero también con amor. El control total es inadmisible, porque el niño es una persona libre, amada por Dios.

Digamos que un adolescente se ha vuelto caprichoso, agresivo, desobediente; se rebela en contra de todo lo que uno le ordena... la comunicación con él es casi inexistente, pero sus padres dicen que no es nada, que esta situación es algo que pasará, algo normal en todos los adolescentes y que todos hemos pasado por ello... ¿Es correcto pensar así?

No, no todos fuimos así. Con cada generación que pasa, el estado psíquico de las personas —y, desde luego, el de los adolescentes— se deteriora. San Juan Crisóstomo decía que esta es la edad más difícil: nadie sabe cómo saldrá el niño de la etapa de la adolescencia, qué clase de persona será, si bueno o malo. Sólo Dios sabe esto. Debemos recordar que no es bueno fustigar a los jóvenes en esta etapa, pero tampoco se trata de dejarnos conducir por ellos

Existe una norma de oro: educar con disciplina, pero también con amor. El control total es inadmisible, porque el niño es una persona libre, amada por Dios. Debemos saber hacernos humildes, tener paciencia, soportar con amor las dificultades sobrevenidas en la comunicación con el joven. Y si su conducta sobrepasa los límites de lo permitido, debe ser corregido con la severidad que el caso amerite.

(Traducido de: Educarea copilului: sfaturi ale duhovnicilor şi psihologilor ortodocşi, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2013, pp. 86-87)