¿Cómo hacernos herederos de Cristo?
La modestia en la conversación, la perseverancia en la fe, la decencia en las palabras, la justicia en los actos, la generosidad al ayudar a los demás, la templanza en la conducta...
La voluntad de Dios es eso que Cristo predicó y practicó.
La modestia en la conversación, la perseverancia en la fe, la decencia en las palabras, la justicia en los actos, la generosidad al ayudar a los demás, la templanza en la conducta, evitar cometer injusticias y perdonar las que sufrimos, vivir en paz con nuestros semejantes, amar a Dios con todo nuestro corazón, amarlo porque en Él está el Padre, temerle porque es Dios, no poner nada más alto que Cristo, porque Él no puso nada más alto que nosotros, merecer siempre Su amor, permanecer con fe y coraje al lado de Su Cruz... demostrar con nuestras palabras la tenacidad de nuestra fe, y soportar todo con firmeza al ser acusados, incluso la misma muerte, si fuera necesario. En todo esto consiste desear hacerse heredero de Cristo, cumpliendo con los mandamientos de Dios y haciendo la voluntad del Padre.
(Traducido de: Sfântul Ciprian al Cartaginei, Despre rugăciunea domnească, XIV în PSB, vol. 3, p. 472)